miércoles, marzo 20, 2013

Yanet Maureira Llauca

Huellas


Entre rayos de sol, florecen los sueños de un patagón.
Con el frió ,se adormece una mano extendida
En ella las huellas y la invitación  para abrir el corazón
En  una lagrima, el fervor por la hermosa creación
 La historia es el esfuerzo y dolor, de un gran forjador
Quien ,con rudeza desafía el destino con pasos firmes  
Sigue el sendero, sembrando la fortaleza que le  mantiene
Con lucha dura para para cultivar sus sueños y en ellos
Brilla la magia del valor que se merece la tradición.
Bendición  de haber nacido en el espíritu de la naturaleza
Esa que que  te acaricia con el fuerte viento  dueño
de bosques ,montañas y ríos que entre sollozos  claman  libertad
solo un suspiro refleja la inmensidad de la naturaleza
un pensamiento ,la grandeza de su gente
un papel, el desahogo del amor infinito por la vida.

victor manuel ordeñez


Joyce Cifuentes Riffo


Amor entre poetas
 
Amando en inmensidad del verso
como lluvia cautivadora en sequía implacable llego el amor,
poeta de conquistadora sonrisa y ojos de infinito dulzor
con historia de vida que me atrapó.
Yo poetisa, en escapes de subir a mi nube
en sueños de inimaginable amar
grababa versos al amor que habría de llegar.
En atardecer de agosto, entre suave brisa y cantar de aves
llegó a cambiarlo todo,
en frases melodiosas a oído más exigente
nos fuimos cautivando hasta enamorarnos,
ya algunos años nos amarnos.
El amor en su infinita belleza... en cada día
como cuando nos conocimos,
se nos eriza la piel en silencio más profundo
con miradas nos hablamos en dulzura inmensa,
al amarnos los versos se escapan embriagados en miel
enamorándonos cada día más,
nos extrañamos en ausencias de trabajo
y frases mutuas nos dejan en lecho
amándonos fundidos en piel.
En cada llamada haces tus ausencias llevaderas
en repicar de frases... que me amas

Marisol Ibarra


Adolescencia

Me voy porque quiero ver el mundo
Más allá de la experiencia de los hombres
Mi piedra de tropiezo es la que vale
Mi caída, aunque enorme, pero mía.
Lejos, donde nadie diga
Qué de hacer y cuáles son las costumbres
Lejos ¡me he vuelto loco!
Pero terriblemente realista.
Porque lo real
Nace de la experiencia
Y sólo de ello se vive
Para contar lo propio.
Lejos, sin profesión
Más que la de ser hombre
Que a mucho esfuerzo
Ha logrado ser.
Pues existir es fácil
Sobrevivir y ser
Es lo que consigo
Con esta despedida.

Victor Alejandro Hernandez Aguilar‏




A MI GUITARRA.
Rumbo abierto el de los dos,
mi guitarra compañera,
andando siempre a mi vera
para que encuentre la voz.
Guitarra que tierna sos
como plumón en el nido,
si los acordes te pido
cuando me siento cantor,
es por saberte el dulzor
porque hay miel en tu sonido.
Cuando me fundo en tu abrazo
y abro en la voz la garganta
sonora tu caja canta
porque recorro tu brazo.
Los dos en un solo lazo
decimos en un mismo acento
y porque en el aire siento
tu madera, digo ya:
no se que boca tendrá
tan perfumado el aliento.
Árbol ayer donde el viento
guitarreaba en el ramaje
en ti revive el paisaje,
convertida en instrumento.
El prisionero me siento
de tu cordaje que enreja
y a la vez libre me deja
cuando bien por mal pagás
y la nota exacta dás
al tironearte la oreja.


Leslie E. O'Ryan Martínez


"Si estamos lejos..."
...dejaré que me hables si me extrañas, 
dejaré que me halles, si me necesitas.

Me encontrarás sonriendo en la aurora,
para que tus ojos me reciban.

Pero no te quedes en silencio,
no te guardes la angustia;
que Mi amor,

yo también te cobijaría"





María Rosa Rojas Casanova


Algo del Amor

Nací con las caderas más arriba de lo normal,
Herencia que se la debo a las indias que conformaron mi familia.
Lo sé, porque al igual que ellas,
Los hijos me salieron con tanta facilidad como los engendré.

Desde niña me tomé muy enserio el color de mi piel,
Salía al patio a pintar las nubes negras,
Y aunque mi padre me amaba por mi acento dulce y mis ojos dormidos,
Yo en realidad cultivaba a la bruja que tanto tiempo te atormentó.

Es por eso que la primera vez que te besé, te dejé tan negro,
Que no te pudiste quitar el color por más agua que te echaste encima
del cuerpo y de la conciencia.

¡Ay! Mi vida
Y tú que pensabas que yo era una especie de ada,
Y yo que no soy más que una mujer maldita por otras que han sido como yo,
Atormentadas históricamente por cuestionar el amor y el tradicionalismo.
Entonces, ya no me pidas lo que no hay en mí,
En mí hay tan poca luz,
Que si volviera a tocarte y mis manos acariciaran tu cuello
Y tu boca mordiera mi espalda…
Te dejaría negra esa piel de leche que se esconde debajo de tu camisa.









Antonio Lagos








Hekatombe

Esta tierra movediza reclama a gritos;
Individuos cataclísmicos en su seidad
Rezumando dicha oculta Humanidad
Desde por debajo de sus axilas
Entre por encima de sus pisadas
 Hacia los costados de sus siluetas.
Devenimos telurizados, terremoteados,
tsunamizados, tectonizados por Geo-Gaia 
Y así y todo seguimos Tiranizados por la TV,
Traumatizados por TNT, Tranquilizados por TKG.
Estas líneas no pretenden salvar ni superar lo asfixiante
Sólo son un grito muncheano al absurdo-insípido implícito
De un devenir sin lógica; tormento del fluir mayoritario,
Pero no de quienes atrevemos atisbar más allá del Horizonte
                          Encumbrados a inquietantes Atalayas que subsumen en lo Ctónico.


Gisella Carvajal Videla.


Heridas.


Golpes de amor, ¿se justifica?
En las noches te espero en mi cama
Para que nuestros cuerpos se apeguen
Y nazca la abundancia de un amor infinito,
Siempre es así, siempre te espero así.

Primero siento tu olor a agrias uvas,
Muy poco agradable olor,
Que acompañan esas noches,
Junto a tus ojos, que salen
Llamas de rabia, ira y rabia.

No puedo escapar a otro dormitorio,
Porque mi cuerpo es tuyo.
Te lo entregué, para que fuéramos uno
Y eso es lo que siento,
Cuando tus esperanzadoras
y grandes manos me tocan,
Con poca suavidad.

¿Son golpes, verdad?
Esas manchas que quedan en mi cuerpo
Representan tu amor. No me avergüenzo,
Pero te pido por última vez que me respetes,
Como aún lo hago yo.







Joaquin Ramirez Vega


A mi amigo Marcos Ávila.


Antes de tu último viaje
Dejaste impregnado en los pasillos
La voz de tus hijos
El interés por el arte
El respeto por los amigos
Y el secreto de que la vida es eterna
Cuando se es un buen paciente.


El JoaKo. Mejillones


          Las dos Torres


Cae Juan, cae,
¿No ves que aun se puede volar hacia el suelo?,
No te lo preguntes,
no pienses,
Aun tienes tiempo para disfrutarlo,
¿Puedes verlo?

El gris ya ocupa gran parte de tu rostro,
Pronto vendrá la sangre,
Los escombros.

Aquel septiembre, caían los angeles.

Marina Flores Rozas


Lluvia de otoño

Mojó la lluvia al otoño
y apaciguó al sol de marzo,
ansiosa la tierra seca
la sorbió de trago en trago.

Eran las primeras gotas,
lloviznar acompasado,
que en dueto con el frescor
diamantó al día largo.

Enlace de otoño y lluvia,
entre neblinas y vahos,
pigmentándose los iris
de un boceto algo nostálgico.

La lluvia siguió cayendo,
aquel tintinar metálico
lavaba la cara seca
de un día otoñal de marzo.

Marina Flores Rozas
Hualpén

Pablo Carvajal


AL CABALLO DE LA PRIMAVERA

Extensos potreros en bajos primaverales donde las florecillas silvestres, y el caballo, posan para el pintor viajero, que junto a su polola rondan y rondan por los alrededores del pueblo.

Silvestres naranjas flores de la maleza
Por doquier a la orilla de los caminos
Puntillismo de acuarela
Raíz de pincel
Ferrovía ilustrada

Caballo de la primavera
Perfecto modelo del  pintor

También los cajones en la oscura bodega, las pilas, llenas de cartas y poemas, alumbradas solo por el filtro de la claraboya o por el tajo en la madera del techo, hacen que pronto, el musgo y el frío, transformen todas las cabezas de los clavos en una corteza de diamante ocre. 


Rafael Henríquez Tobar


Fotocopias.

Decir “te quiero”, pensando en fotocopias,
en la inmensidad de las mentiras
que se escuchan con febrero.

Decir “te miento” y volver la cara
de vergüenza o indecisión,
buscas solamente una conquista,
una posesión en un sitio lejano,
y no es querer,
ni controlar los bellos actos
que realizan manos, ojos y palabras.

Llamas y no recuerdas,
cómo pudiste ser tan desgraciado.

No hay autocrítica en los que van de la mano,
se dicen “te quiero” repetidas veces,
y solamente es una copia.