viernes, marzo 01, 2013

Victor Hugo Gajardo


VALLE DEL PARAÍSO



El viento calcina los sentimientos
y los resbalosos aullidos se carcomen el mar.
Las pupilas pierden cronología entre los cerros
que empapan sus mejillas con lágrimas melancólicas
para espantar los recuerdos nostálgicos,
que sustraen la calidez inconstante
de sus laberintas callejuelas,
que inflaman la soledad de tus poetas,
que refugian entre sus palabras.
Los sabores del néctar acosado en las cimas de tus escalinatas.
Mientras que en sus ventanales sus prendas
revolotean entre la brisa alegre de la aurora.
Como si una brújula que guía
la antigua senda del viento
que sopla hacia el ritual infinito
conque envuelven el porvenir.
Al parecer, los niños nacen desde los miradores,
que duermen con la ilusión de zarpar hacia el infinito
para volver a cautivar el amor de antaño.
Pero la sangre oprime
dejando que la rebeldía del tiempo
vuelva a subir las escalinatas del cielo
para reencontrarse
con la tierna brisa de la aurora.

Dora Ernestina Miranda Peña




       ESPERO.
 Espero que en el parpadeo
de algún ocaso…
 Tu mirada, me arrulle
y me acaricie,
entre esencia salobre de mar
entre pinos con aromas de
          sueños.
  Sentirme atrapada en tus ojos
  como ola en el  oleaje,
 que sigue feliz su juguetear.
  Ser horizonte de tus ilusiones
  en el crepúsculo de tu vivir.
  Estar en tu mirada  al amanecer,
   complaciente en una gota de rocío
    en el jardín de tu ensoñación.

JUAN MEZA SEPULVEDA



   VALPARAISO, TOMO II.

. CHILE.

En las jarcias de tu vida
el viento escribe canciones;
y el pescador pide a Dios:
¿ Feliz pesca!( en oraciones).

Desde las cimas tu arreas,
“Burreros”, lucha y sudor,
otros que buscan su sino,
al “Motero” y, su pregòn.

Y, con brìos enervantes,
henchidos de Primaveras…
los candores de chuquillos:
por volantìn que se  eleva.

Por tus cauces y quebradas,
y, labios de las acequias;
el afàn y la esperanza:
de los piadosos que rezan.

Estoy izando congojas 
en brumas de maitinadas ;
alma y voz corean “Pancho”
mi tierra y sangre adoptada.

Y mi àspera sonrisa,
trepa cum,bres, cimas, lomas:
se tropieza con un àngel,
y el cubil de una paloma.

Calles hùmedas de sombras
alcoles en hiladillos…
VALPARAISO, tu noche,
brinda “ letra “ a mi estribillo.

Como el aura besa al mar
(con amor y sentimientos),
,mi  voz abraza tu nombre…
porque  te amo, ¡Oh, mi Puerto!

Alfred Asís






Busca en el silencio
el ruido de tu alma
Busca en el alma
la presencia de tu espíritu
Te darás cuenta
de que muchas cosas te rodean
otras te hablan desde las sombras
las cuales nunca escuchabas
ni sabías que existían...
Estrellas no hay solo en el cielo
también las hay en el mar
en las sombras y en tu hogar.

 
Abrazos