sábado, febrero 16, 2013

Violeta Cerceau



Entre las islas y el río,
viaja mi amor escondido.

Si voy bordeando la costa
con mi corazón henchido,
sólo observo ese paisaje,
sólo el agua es el testigo,
de esta sensación intensa
que hoy trastorna mis sentidos.
Cuando recuerdo tus ojos,
en el cielo se hunde el motivo,
porque el color que tú tienes
es el azul suspendido,
un infinito profundo,
que se refleja en el agua
y persigue mi camino.
Es un sin fin de emociones
si sola voy siguiendo mi río,
siento que marcas mis huellas
que en la arena abandoné,
y las cubres con tu sombra
para impedirme volver.
Si asciende mi alma lánguida
como un pájaro hacia el destino,
vuela firme hacia una rama
para cobijar su nido.

Entre las islas y el río,
viaja mi amor escondido.

Escucho un rumor de sonidos,
que ahogan mi secreto desvarío,
te quiero vida, te quiero,
y vivo porque tu boca
selle la mía en el río.


Autora: Violeta Cerceau – DNI 10496438 – Rondeau 3060
Republica Argentina-Rosario, Pcia. Santa Fe. Barrio Alberdi “La Florida”

Francisco Rivera Bustos


AGUACEROS EN  FEBRERO
Llovizna  sobre  el  aquel  valle  largo canteado
de pedregales.
De  cerros  ancestrales  envueltos   en mil colores.
Aguaceros  benditos corren  por los caminos troperos
Mas  las Kuculíes  se  guarecen  en sus palomares

Suenan   truenos de relámpagos al norte del infinito
Más llueve sobre  la tierra fértil de mis abuelos.
Algo inmortal  remece los eucaliptos y perales.
Renace lo  inconfundible entre chilcas y barros.

Los comuneros  del  silencio… en el silencio
Es la hermosa gracia de la vida, solo para sonreír  
a la  distancia.    
Y la madre tierra    se regocija ante la presencia 
de los  aguaceros
No hay trueno que despierte  la vida durante febrero

En   Chitita  la  crecida  paso inadvertida
Y los  cantos rodados  marchan al ritmo  de riada
por la quebrada seca de Guañacagua los ojos  mi niña
aprecian el acenso  de las  aguas  chocolatadas  

En Codpa se inundan las riberas… 
En Amazaca  de  cerro a cerro   las praderas
Bajan las aguas locas de febrero…
No hay  fuerza que detenga  la pasión de “la Escalera” 

En Ofragia  retumban los cerros  y pedregales.
Bendita lluvia… que bien bajas  de tanta ausencia.
Y las yollas cortan    mis  caminos troperos
Benditas cruces… por favor parad,  parad… 
este aguacero.

Ya todo en  calma y sin  pavor,  por favor…
La  pachamama  ha cumplido su  labor.
Quédate  en  el río   y respira el  aroma del   sauce
que  reluce  con   el trino de las golondrinas.

Y si  caminas descalza  por las acequias,   
sentirás el  barro  anidarse en  vuestros pies
cansados.
Ven   y siente   el silencio  del  huerto,
hasta  que   la  brisa anuncie el  nuevo aguacero.  


Alejandra Zarhi




MI ENSENADA

Como se cansa el cuerpo
tratando de alcanzar
las caricias.
Al igual que un viejo tronco
temiendo ser taladrado
por las fieras palabras.
Internarme
camino dentro
y buscar en el tumulto
la huella fantasma.
Indiferente a los mimos
los elogios y las canas.
Queriendo olvidar
el intento se convierte
lejano
cuando coge y da alas.
Quemando lo más profundo
y despertar sobresaltada
resucitando los deseos
que habitan en mi ensenada.