sábado, febrero 09, 2013

Sylvia Fernandez

 Paris en Francia 2013
Todos los derechos reservados del autor

Manos Divinizadas.
Meditando, me he visto iluminada,
mi cuerpo como lámpara encendida
y al centro de mi iluminación,
¡he visto mis manos divinizadas!
Rosadas, juntas como dos rosas,
dos joyas maravillosas,
Irradiando luz divina.
Incitando a juntar las todas,
rogando por todos cada día.
Señor,
levantar un solo dedo tuyo bastaría;
deteniendo guerras, barbaries
y toda clase de felonías.
Advertencias por catástrofes,
ya nadie teme, ni toma en cuenta.
El mundo se destroza día a día,
Inevitablemente, va a la muerte.

Angelica Fernandez

MI VELERO DEL ENSUEÑO

A Pablo Neruda
Poeta te invito,
al velero del ensueño,
ven, ven poeta marinero,
llévame por los océanos,
hacia la isla del amor.
En Isla Negra
quiero amanecer
junto a mi muso
amado...
Donde él y yo
escucharemos
tus poemas,
ya sea:
“Puedo escribir los versos más tristes esta noche"
o mi preferido:
“Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
te pareces al mundo en tu actitud de entrega,
mi cuerpo de labriego salvaje te socava..."
Así entre tus versos
podremos navegar
hacia el zenit oceánico.
Ahí su masculinidad
y mi feminidad
harán el resto.
Y en una ola
de placer,
recordarte a ti:
Poeta de
los enamorados.
En tu nombre
construiremos,
Pablo Neruda
nuestros sueños.
En una isla,
no muy lejana,
una casita
de madera,
nos espera...
Capearemos
temporales,
descubriremos
el lenguaje
de la Pincoya y
las caracolas,
tejeremos,
sueños compartidos
en nuestro velero
del ensueño...
Haciendo
de este mundo,
uno mejor,
lleno de justicia
y hermandad.
Ven, ven
Marino marinero,
antes que el amor
se extinga
con sus centelleos y
solo queden
los recuerdos...
Ven, ven
Marino marinero,
cantémosle,
a nuestro:
Pablo Neruda,
una oda eterna en el universo