lunes, enero 21, 2013

Martín Muñoz Kaiser


Retorno

Te fuiste rompiendo todos mis tejidos
Quedé seco y salado
Con mi rostro desnudo
Con el Corazón adormecido

Las nubes pasan acariciando los pequeños granos
Que configuran el océano ardiente
Donde fermentan mis entrañas mustias
Donde se pierden mis decadentes pasos
La mirada no me alcanza
La suavidad no es suficiente
La luz se dispersa y se fragmenta en la penumbra
La esperanza no perdura

Una gota de rocío caída de tus dedos
Una sonrisa vaga disipa el miedo
Un contacto furtivo
Es el aire perfumado que respiro

Eres una estatua de piedra
Que se va deshaciendo con el tiempo
Convirtiéndose en polvo del desierto
Sin ojos para observar y sin memoria

Juro que he visto un espejismo
Que no es verdad lo que he vivido
Que le pasó a otro
Que lo he leído

No quiero saber que hay alguien como tu
Deambulando en este mundo
Vuela ya de mis brazos
Y piérdete en la niebla

Cruza los océanos y sumérgete en otros ojos
Busca otras miradas que desnuden tu existencia
Y olvídate de quién te ha amado como nadie en este mundo
Porque yo ya me he vuelto loco.





JUSTO ALDÚ


ME RIO 


Extraño o no, hoy vengo a reírme.
Me rio del tiempo,
porque anticipa la soledad que me depara.
Del pasado con  historias imperdonables
y canas perpetuas que recién hoy aparecen.
Del presente con promesas
exquisitamente tergiversadas
y  otros momentos horrendos
e igualmente desesperados.
Y confieso, hay días alegres,
cuando asumo la tarea de leer el recuerdo
y  reconstruir el nacimiento de tu sonrisa.
Ahhh, cómo la extraño!

Aunque luego de tu ausencia
vinieron días tristes  donde ajusticié mi vida
Desnuda… engañada… vilipendiada,
víctima de todas las obligaciones inherentes a una esclavitud
habitando en silencio sobre mi casa moribunda,
maquillada con voces apretadas y  traición.

Me rio de la historia de mi era
con la acusación más grave y la condena más feroz
como un fantasma
como una pesadilla
como un espejismo sin refractar la vida
con éstas lágrimas de ahora
y  éstos dolores de hoy.

Y me rio del mañana
con un reajuste de cuentas
por los años anteriores;
quizá salde mis deudas
y  no dé falsas noticias a la resignación
ni queme sueños en una pira individual
por la explicable creencia de la fe
en el futuro del hombre.
 

José de Jesús Julio Cesar Hernández Valle


(Ven)


Dejemos a un lado las palabras sordas,

que han insensibilizado nuestros oídos,
liberémonos de los engañosos espejismos
que han confundido nuestras miradas;
dejemos a un lado lo banal y lo fútil,
Así como la triste melancolía que roe
lentamente nuestras almas, cada noche,
con la intención maléfica de marchitarnos...
Dejemos de una vez por todas,
todos aquellos malentendidos,
todo aquello que nos hace tanto mal;
Ven, tómame del brazo, y caminemos,
 
luchemos contra el tiempo, no dejemos
que nuestro tierno amor muera,
por las tempestades invernales.
Ven, ten mi amor, tómalo
a cambio del tuyo lo ofrezco,
Ven, ayúdame, necesito explotar
en un beso tu verdad,
dame la esperanza de seguir viviendo,
aún sufriendo por tu ilusorio amor;
me basta para ser feliz, una mirada,
una sonrisa, una canción, que salga de Ti…
ven tómame del brazo y caminemos hasta el fin...

-JJJCHV-

Frans Gris


Poema de amor

Somos el horizonte germinando desde la despedida del crepúsculo
o constelaciones recreando charcos en el terciopelo inicial de la noche
Yo farola abriendo en dos tu oscurecido vientre
Tú un atardecer bajo chubascos de verano

 (Eres
Soy
Somos
Un sueño perverso
mortificante
loco
 obsesivo
espasmos
pieles
causes seminales)

Un río ruge y se asoma al borde de la grieta y aparta los recuerdos
Ya no hay preguntas
ni fin ni descanso
y los labios
                    paréntices ardiendo
                                                     van por las fronteras

( Eres la ansiedad
Soy  una diminuta estría
Somos tentáculos
lenguas
planicies
oteros
húmedas grietas
susurros y misterios)

Hurgamos en nosotros como en algo temible
             hasta ser el inicio y el fin
                    hasta ya no ser
                      y luego somos uno
                                                  en  la esperada y perfecta
                                                  tenue y mínima Muerte

, enero 2010