sábado, enero 12, 2013

Isel Bolaño



A OSCAR CASTRO ZÙÑIGA

En mi pegaso de plata
atravesé el espejo de agua
iba buscando las letras
que sembraste en Rancagua.

Trovador de sueños dorados
de barcos en juncos varados,
buscador del silencio en la calle
poeta, soñador, emancipado.

Amigo de las bellas letras
que sumisas te obedecen,
atrapadas en tu pluma
mientras se leen, más crecen.

Los hombres nocturnos esperan
con la oración del no olvido,
mientras la flauta y el viento
te amenizan el camino.

Tu tierra,
mi tierra, con olor a vendimias
te acogió y espera
el galardón a tus letras eximias.

Benito Miranda


                            ERES
                     
 Eres como la primavera
tierna y romántica.
Eres como las flores
bella y delicada.

Eres como la brisa
suave y transparente.
Eres el aire que acaricia
y el huracán que me estremece.

Así como eres
llegaste a mi jardín,
mariposa danzante
arco iris viviente,

Así como eres
llegaste a mi vida
paloma mensajera del amor.
Te estreche en mis brazos,
sentí el latir de tu corazón
Y tu suave voz diciendo te amo.

Diciendo te amo,
me diste todo lo que quise:
Tus besos, tus caricias,
 tus noches y tus días.

Yo, vibrando de pasión,         
te di lo mejor de mi vida:
Mis sueños, mis ilusiones
mis fuerzas y mis energías.

Así, enloquecido de amor
 en el crisol de tus labios,
se fundió tu cuerpo y el mío
y fuimos unos y fuimos dos.

Así como eres, seguiremos siendo uno
así como eres, seguiremos  siendo dos.
Uno y dos, para siempre,
 para siempre, mi gran amor.